La llegada de Arturo Martínez Núñez a una de las posiciones de la nueva dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional es una prueba de que en Guerrero se mantiene una posición fuerte, tanto ideológica como política y partidista.

En el Congreso Nacional Extraordinario de Morena, Arturo Martínez fue designado Secretario de Artes y Cultura al exdiputado local Núñez, un reconocimiento al movimiento transformador que se impulsa desde Guerrero, así como a la fuerza ideológica de un gran luchador de izquierda, César Núñez Ramos.

Como ocurre en estos casos, la llegada del exdiputado local morenista al equipo que dirigirá el destino de nuestro movimiento durante tres años será “adoptada” por muchos, algunos con razón, otros oportunistas que no dudan en adjudicarse como suyos los frutos que se consiguen por muchos a lo largo del tiempo.

La historia nos ha enseñado que los grandes movimientos deben renovarse, nutrirse con nuevas ideas y energías. Y eso ha venido ocurriendo durante las últimas semanas. Para prueba, tres hechos relevantes.

La presidenta electa de México, la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, designó a Rocío Bárcena Molina como próxima titular de la Subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.

Segundo hecho. El Congreso de Guerrero otorgó al líder magisterial, luchador de izquierda y fundador de Morena en Guerrero, César Núñez Ramos, la presea Sentimientos de la Nación, el más relevante galardón que concede el Poder Legislativo por su lucha por la justicia y la igualdad, así como por sus aportes al movimiento de transformación que actualmente está dando frutos en beneficio de millones de familias en Guerrero y el país.

El tercer hecho ocurrió apenas ayer: otro integrante de esa camada de jóvenes, Jacinto González Varona, fue ratificado para continuar al frente de Morena Guerrero por otros tres años, luego de los positivos resultados que ha venido dando desde que asumió esa gran responsabilidad.

Los grandes movimientos que han provocado cambios sociales a lo largo de la historia se caracterizan por varios factores. Los ciclos históricos han demostrado que las sociedades evolucionan a partir de los grandes movimientos de masas encabezados por grandes líderes, personas visionarias, que rompen cánones y estigmas y logran revolucionar el pensamiento y la vida de un sistema social determinado.

A lo largo de los últimos seis años, el Movimiento de Regeneración Nacional no sólo sobrevivió al sistema de dominación de los grupos de élite económica y política, sino que se fortaleció con el voto de millones de mexicanos hasta convertirse en un movimiento que echó raíces en las colonias, barrios y comunidades, escuelas y centros de trabajo.

Hoy, las enseñanzas de César deben traducirse en acciones, en políticas públicas, en decisiones que contribuyan a mejorar la vida y convivencia de miles de personas, no sólo de quienes nos han distinguido con su voto, sino también de quienes aún no han dado cuenta de la nobleza y relevancia del proyecto transformador.

Los espacios que se abren para los Nuñistas de Guerrero son un dato relevante, pues se trata de un reconocimiento a un legado que ha dado rumbo y sustento al movimiento por la transformación de Guerrero y de México.